¿Sabías que algunos tratamientos no están recomendados porque pueden aumentar tus posibilidades de desarrollar dolor lumbar crónico?
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En un estudio reciente, se descubrió que el uso de estos tratamientos duplica el riesgo de sufrir este tipo de dolor. ¡Eso significa que es importante que sepas qué tratamientos evitar para proteger tu salud y bienestar!
Desafortunadamente, casi la mitad de los pacientes reciben al menos uno de estos tratamientos durante las primeras tres semanas después de su visita inicial. ¿Por qué es tan alarmante? Porque esto significa que hay una alta probabilidad de que te sometan a tratamientos no comprobados sin que siquiera lo sepas.
Como paciente, es importante que tengas acceso a información precisa para tomar las mejores decisiones para tu salud. Es fundamental que hables con tu médico sobre los tratamientos disponibles y te asegures de que estén alineados con las mejores prácticas médicas para garantizar tu recuperación. Recuerda: ¡tus decisiones de tratamiento deben discutirse y conocerse para que puedas tomar una decisión informada!
¿Por qué algunos casos de dolor lumbar se vuelven crónicos? La respuesta es simple: cualquier intervención que no siga las guías de práctica clínica durante los primeros 21 días de lumbalgia aguda puede aumentar significativamente la probabilidad de que desarrolles dolor crónico persistente. Es por eso que es tan importante que el tratamiento que recibas siga las guías de práctica clínica.
Estas guías están basadas en la mejor evidencia científica disponible, lo que significa que se ha investigado y comprobado que son efectivas.
Al seguir las guías de práctica clínica, no solo garantizas el mejor resultado posible para tu dolor lumbar, sino que también previenes el desarrollo de dolor crónico a largo plazo. La ciencia ya ha hablado, y es importante que tomes en cuenta esta información para que puedas tomar decisiones informadas y obtener el mejor cuidado posible.
No arriesgues tu salud con tratamientos no comprobados. Habla con tu médico para asegurarte de que el tratamiento que recibas siga las guías de práctica clínica.
¡Tu salud y bienestar son importantes!
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